miércoles, 29 de febrero de 2012

Condicionamiento Operante

El condicionamiento operante, también llamado condicionamiento instrumental, es una forma de aprendizaje mediante el que un sujeto tiene más probabilidades de repetir las formas de conducta que conllevan consecuencias positivas y, por el contrario, menos probabilidades de repetir las que conllevan consecuencias negativas. El condicionamiento operante es un tipo de aprendizaje asociativo que tiene que ver con el desarrollo de nuevas conductas en función de sus consecuencias, y no con la asociación entre estímulo y conductas como ocurre en el condicionamiento clásico
El término “condicionamiento instrumental” fue introducido por Edward Thorndike y sugiere que la conducta sirve de "instrumento" para conseguir un fin. Sin embargo, en la actualidad se utiliza con más frecuencia el término “condicionamiento operante”, introducido por B.F. Skinner, que implica que la conducta simplemente "opera" sobre el medio pero sin hacer alusión a intenciones.

Condicionamiento Clásico

El condicionamiento clásico, también llamado condicionamiento pavloviano, condicionamiento respondiente, o modelo estímulo-respuesta (E-R), es un tipo de aprendizaje asociativo que fue demostrado por primera vez por Iván Pávlov. La forma más simple de condicionamiento clásico recuerda lo que Aristóteles llamaría la ley de contigüidad. En esencia, el filósofo dijo "Cuando dos cosas suelen ocurrir juntas, la aparición de una traerá la otra a la mente". 

Tests Proyectivos

Test de Rochach

Son un tipo dentro de los test de personalidad. A diferencia de otro tipo de test de la personalidad la persona que está siendo sometida a la prueba tienen que dotar de significado a unos estímulos, en el caso del test proyectivo de Roschach, que no tienen ningún significado. Para la escuela psicoanalítica las interpretaciones que los sujetos dan a esos estímulos que no tienen ningún significado lo que hacen es mostrar el inconsciente de la persona que está siendo sometida al test.

El inventor de este test fue el psiquiatra suizo Hermann Roschach. El test está compuesto por diez láminas en las cuales hay manchas de tinta. Tras la exposición de cada lámina se le pide al sujeto que describa lo que ve en la imagen. El registro de las respuesta del examinando son recogidas textualmente. Además de la comunicación verbal del sujeto también se registra su comunicación no verbal. Los resultados no son únicos ya que a lo largo del tiempo en el que este test se ha utilizado han surgido diferentes baremos de valoración.



Test de la figura humana

El dibujo de la figura humana vehiculiza especialmente aspectos de la personalidad del sujeto en relación a su autoconcepto y a su imagen corporal.
De esta forma el dibujo de una persona al envolver la proyección de la imagen de un cuerpo, ofrece un medio natural de expresión de las necesidades y conflictos del cuerpo de uno.

Cada vez que un sujeto gráfica una persona en esta proyección de su propio Yo que realiza confluyen:

  • experiencias personales y sus representaciones psíquicas,
  • Imágenes de estereotipo sociales y culturales que tienen un mayor o menor peso para el sujeto.
  • Aceptación o no de su etapa vital
  • Identificación y asunción del propio sexo.
  • El grado de estabilidad y dominio de sí mismo.
  • La figura graficada debe asemejarse en sus atributos e imagen al sujeto mismo, es como que ante ella deberíamos poder decir, es igual a el/ella





Test del árbol
El Test del árbol es, sin duda, uno de los instrumentos proyectivos más simples de efectuar por parte de niños, jóvenes y también adultos. Normalmente no hay las resistencias que pueden aparecer con el test de la familia u otros que representan figuras humanas.
Dibujar un árbol es, a simple vista, inofensivo, inocuo, poco intrusivo, por tanto, suele ser muy bien aceptado, incluso para aquellos niños que no dibujan bien.

Pero detrás de la simpleza del árbol van apareciendo plasmados en el papel los diferentes elementos básicos que configuran la estructura del propio “yo”. El árbol toma la personalidad del autor y nos deja contemplar la riqueza de su paisaje personal y sus matices. Es un lienzo único que refleja la verdadera esencia de quien lo ha dibujado.